No, no quiero, no lo haré: ¿Cómo manejar el período de rebeldía?

  Categorías: Educación,
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04. mar'24

Periodo de rebeldía. La edad a la que los padres ya tienen un poco de miedo antes de dar a luz y a la que a veces no pueden hacer frente. ¿Tu angelito se ha convertido de un día para otro en una persona con rabietas y ataques de ira y su única respuesta a todo es no? Parece que acabas de entrar en ese temido periodo de rebeldía. ¿Cómo manejar esta prueba de paciencia y salir victorioso de este episodio?

¿Recuerdas la época en que aún no tenías hijos y te detenías ante los pequeños gritones y enfurruñados en los centros comerciales abarrotados? Hoy estás en la orilla opuesta y ese pequeño sol que la rabieta ha cambiado hasta hacerlo irreconocible y que ha atraído la atención de los transeúntes es tuyo. Vestir, dar de comer, dormir... las actividades triviales se convierten literalmente en una lucha en los momentos de rebeldía.

La respuesta favorita de los niños es "no", hacen berrinches, golpean sus juguetes, no responden a las palabras de sus padres, patalean, se tiran al suelo... Casi todos los niños de entre dos y cuatro años pasan por ello. Es importante saber que ese enfado no va dirigido contra los padres, sino que es una manifestación de la alteración de las normas y rituales habituales a los que el niño está acostumbrado. Al mismo tiempo, se trata de una etapa importante en el desarrollo de la independencia del niño y de poner a prueba los límites de independencia que el pequeño ha descubierto.

Rabietas y falta de control de las emociones

Los niños pequeños no tienen desarrollado el sentido del autocontrol y las rabietas adoptan en ellos diferentes formas. Les cuesta controlar sus emociones y procesar los sentimientos negativos. En momentos de enfado, muchos padres no saben cómo reaccionar, sobre todo si ven una escena en público. ¿Mantener la cabeza fría y llevarse al niño a otra parte, ignorarle y dejar que llore a gritos en el suelo del supermercado, o darle un cachete en el trasero? ¿En qué coinciden los psicólogos infantiles?

Infancia rabieta nina

Fuente foto: Freepik

Evita la rabieta

La ira suele aparecer incluso cuando los niños están cansados o hambrientos y no pueden procesar esta información como los adultos. Un padre perspicaz reconocerá una rabieta inminente y puede intentar distraer al niño captando su atención con otra actividad. Si no lo consigues y el niño se enfada, no le grites. Intenta quitarle la fuente del desafío (por ejemplo, un juguete o un caramelo). Llévate al niño en un ataque de ira a otro sitio y explícale que se está comportando de forma inadecuada.

No te dejes provocar

Llorando insistentemente, los niños intentan a veces provocar a los padres para salirse con la suya. Ignora estas expresiones y no des marcha atrás, el pequeño dejará de llorar. Rápidamente descubrirá que llorando y gritando no conseguirá nada. Si da patadas, pega o muerde, responde a este comportamiento y no toleres que el niño te haga daño a ti o a los demás. Cuando termine la rabieta, habla con el niño sobre la situación.

Reglas comunes

La psicóloga Anette Kast-Zahn, autora de varios bestsellers sobre educación infantil, recomienda establecer rituales regulares y leyes no escritas en la familia que todos sigan. En Suecia, por ejemplo, los niños solo reciben caramelos los sábados. Ni siquiera se encuentran en las cajas de los supermercados. El sábado es una especie de día festivo para los niños, durante el cual reciben un "Lőrdagsgodis", una bolsa de caramelos para el sábado. El domingo, la bolsa vuelve a desaparecer, y con ella el tema de los dulces hasta el fin de semana siguiente.

Infancia rabieta nino

Fuente foto: Freepik

10 consejos para afrontar el periodo de rebeldía

  1. Los niños aprenden las normas desde bebés, recuerdan las reacciones de sus padres y extraen las consecuencias de su comportamiento. Sigue las normas incluso con los más pequeños.
  2. Evita situaciones que puedan alterar al niño: no empieces actividades si tiene hambre o está cansado.
  3. Si está enfadado, deja que exprese sus sentimientos.
  4. Ofrécele una alternativa, por ejemplo a la hora de comer o vestirse, para que pueda elegir por sí mismo.
  5. No seas directivo, trata al niño como a un compañero.
  6. No recompenses los comportamientos inadecuados, ni con atención extra ni con caramelos para que se calme.
  7. En caso de rabieta, olvídate de la discusión y utiliza el método del "registro obsoleto": repite varias veces lo que el niño tiene que hacer.
  8. No le castigues a posteriori, sino aplica una consecuencia lógica: el castigo debe ser inmediato para que lo asocie con el comportamiento. Por ejemplo, si desobedece durante un paseo, llévale a casa inmediatamente.
  9. Responde de la misma manera en cualquier lugar, ya sea en casa o al aire libre.
  10. Establece límites de forma adecuada y temprana para que no crezcan siendo egocéntricos.