La preocupación por los pies planos en los niños es un temor común entre muchos padres, aunque en ocasiones, sin justificación real. ¿Cuándo se convierte este diagnóstico en un problema clínico? ¿En qué momento conviene intervenir y cómo puede un padre identificar si su hijo presenta pies planos?
La definición de pies planos es bastante sencilla. Se considera que una persona tiene pies planos cuando el arco en la parte interna del pie no es visible, lo que hace que toda la planta del pie esté en contacto con el suelo. Es decir, el pie carece de curvatura y permanece completamente plano. Para comprobar si su hijo tiene pies planos, basta con observar la parte interna de sus pies mientras está de pie. Si presenta pies planos, la planta del pie reposará completamente sobre el suelo. En cambio, si no los tiene, podrá observar un espacio libre entre el suelo y la parte interna del pie: ese espacio se denomina arco plantar o bóveda del pie, como se ilustra en la imagen a continuación.

Deformación del pie. Arriba, un pie sano con arco; abajo, pie plano. Fuente de la foto Freepik
Síntomas comunes de los pies planos en los niños
En la mayoría de los casos, el único signo evidente de pies planos en los niños es el propio aspecto del pie, es decir, la ausencia o el desarrollo incompleto del arco plantar. En estas situaciones, el cuadro se considera asintomático y no suele requerir intervención médica inmediata. Sin embargo, algunos niños con pies planos sintomáticos pueden presentar uno o varios de los siguientes síntomas:
- inclinación incorrecta del talón
- torpeza al caminar, como tropezarse con sus propios pies
- alteraciones en el tipo de marcha
- dificultad para mover el pie de lado a lado o de arriba hacia abajo
- dolor o sensibilidad que puede extenderse desde el pie hasta la rodilla
- molestias o dolor al usar calzado
- rechazo o desinterés por las actividades físicas
- mala alineación de la columna vertebral
- hombros desbalanceados (una condición que puede confundirse con escoliosis)
Si observas alguno de los síntomas mencionados anteriormente en tu hijo, no tomes a la ligera sus palabras y consulta a un médico. Él evaluará de la mejor manera qué tratamiento para los pies planos necesita tu pequeño. A veces, basta con incorporar ejercicios para pies planos en la rutina diaria, pero también existen ayudas ortopédicas para pies planos y, en casos raros, puede ser necesario recurrir a una intervención quirúrgica.
¿Cuándo tratar los pies planos en los niños?
Los pies planos en los niños son bastante comunes, ya que sus huesos y articulaciones aún están en desarrollo y son muy flexibles. Los pies planos en un niño de dos años rara vez representan un problema, porque el arco del pie se desarrolla hasta los cuatro años. La mayoría de los niños superan los pies planos antes de los seis años, y incluso aquellos que mantienen pies planos no siempre requieren tratamiento.
Sin embargo, a veces los pies planos causan a los niños incomodidad e incluso dolor, lo que puede manifestarse en una forma de caminar incorrecta y en una postura corporal inadecuada. En ese caso, no se debe posponer la visita al pediatra, quien te aconsejará cómo proceder y cómo corregir los pies planos. La visita al médico también es imprescindible si el diagnóstico afecta solo a un pie.
Los niños no deben tener miedo de los diagnósticos, ya que son indoloros y no invasivos. El pediatra examinará los pies de tu hijo con la vista y el tacto, evaluará el rango de movimiento y observará al niño mientras camina. El médico también puede ordenar radiografías para ayudar a determinar la gravedad del caso y establecer el tratamiento ideal.

Fuente de la foto Freepik
¿Se pueden curar los pies planos?
Los pies planos asintomáticos en niños generalmente no requieren tratamiento y el niño simplemente crece sin problemas. Sin embargo, en algunos casos, puede tratarse de un diagnóstico sintomático que debe detectarse y tratarse a tiempo. Existen varios métodos, desde medicamentos hasta intervenciones quirúrgicas. Aquí te presentamos las opciones más comunes para el tratamiento de los pies planos en niños:
- Medicamentos: Si el niño siente dolor o incluso inflamación, el médico puede recomendar analgésicos, ya sean de venta libre o con receta.
- Menor actividad física: Algunas actividades específicas, como correr, caminar o estar de pie durante mucho tiempo, pueden causar dolor. En estos casos, es recomendable limitar temporalmente dichas actividades.
- Plantillas ortopédicas: Una ayuda eficaz para los pies planos en niños son las plantillas ortopédicas, preferiblemente hechas a medida. Las plantillas ayudan a formar el arco plantar y, si se usan de manera regular y temprana, son uno de los tratamientos más efectivos.
- Fisioterapia: A veces, la causa de los pies planos puede estar relacionada con problemas en el tendón de Aquiles. En estos casos (y otros), el médico puede recomendar ejercicios especiales de estiramiento para pies planos. Un fisioterapeuta puede trabajar con el niño y luego estos ejercicios pueden realizarse en casa.
- Calzado adecuado: Es fundamental para todos los niños, no solo para quienes tienen pies planos. Durante la infancia, cuando el sistema de soporte se está desarrollando, es importante priorizar la funcionalidad sobre el diseño del calzado.
- Intervención quirúrgica: En ocasiones, los métodos conservadores no son suficientes y la única opción es la cirugía. Esto suele darse en adolescentes con problemas persistentes, que no recibieron la prevención o tratamiento adecuado en la infancia, o en niños cuyos pies planos provocan otras complicaciones.
3 ejercicios efectivos para los pies planos
Los pies planos pueden deberse a un tono muscular reducido o debilidad muscular. En estos casos, es posible trabajar y fortalecer los músculos. Por supuesto, los siguientes ejercicios son más efectivos si primero te los muestra un fisioterapeuta y se realizan a una edad temprana y con regularidad.
1. Equilibrio sobre una pierna
Entrenar el equilibrio ayuda a activar los músculos pequeños del pie y alrededor del tobillo, lo que mejora la estabilidad y contribuye al desarrollo del arco plantar. Si para tu niño es difícil mantenerse sobre una pierna, puede apoyar el pie que tiene en el aire sobre una pelota o pararse con un pie justo delante del otro.
Si mantener el equilibrio sobre una pierna es fácil para tu hijo, puede intentar hacerlo sobre una superficie inestable, como un cojín, una toalla enrollada, una almohadilla de equilibrio o una raíz de árbol. Durante esta actividad desafiante, los tobillos se moverán ligeramente y los dedos se doblarán y estirarán, fortaleciendo así el pie y ayudando a formar el arco.
2. Levantar objetos pequeños
Por supuesto, usando los dedos de los pies. Este ejercicio se enfoca en
activar los músculos pequeños del pie. Al principio, el niño puede levantar objetos con los dedos mientras está sentado, y más adelante también de pie, lo que además ayuda a practicar el equilibrio. El niño puede levantar con los dedos pequeñas pelotas,
bloques de construcción, carritos pequeños y objetos similares.
3. Caminar sobre terrenos irregulares
Los pies planos a menudo se desarrollan porque el niño no utiliza los músculos del pie para formar el arco y está acostumbrado a caminar solo sobre superficies planas. El desarrollo del arco se puede estimular caminando sobre terrenos irregulares. Quita los zapatos al niño y permítele
practicar caminando sobre césped, arena o corteza de árbol. Si temes que pueda haber peligros ocultos en la naturaleza, puedes crear un
circuito de aventura para el pequeño o colocar en su habitación una alfombra especial con diferentes texturas.