El largo invierno es bueno para descansar, tras lo cual toda la familia necesita reponer fuerzas en primavera. Para ello son perfectas no solo las horas de sol más frecuentes, sino también las primeras verduras primaverales llenas de vitaminas y minerales. ¿Cómo reponer de forma sabrosa los nutrientes que faltan a pequeños y mayores después del invierno?
Cebolletas, espinacas, espárragos, ajos de oso, rábanos... Las saludables verduras de primavera están ahora en su temporada y no deberían faltar en tu mesa. Hemos preparado recetas deliciosas y sanas que llenarán a toda la familia y serán un festín no solo para las barriguitas hambrientas, sino también para el paladar. Recuerda siempre ajustar el número de ingredientes al número de personas hambrientas.
Sopa de espárragos y espinacas
Esta colorida sopa verde dará a toda la familia mucha fuerza y energía para todas las tareas primaverales. En una ración encontrarás mucho ácido fólico, fibra, potasio, vitamina K, calcio, magnesio, cobre e incluso manganeso. La temporada de espárragos dura poco tiempo, a diferencia de la de espinacas, así que aprovéchala al máximo y reponte a ti mismo y a tus hijos con las vitaminas y minerales que tanto necesitan después del invierno.
Ingredientes
- 4-5 trozos de espárragos
- ¼ taza de espinacas
- ½ taza de leche de coco
- ½ limón
Procedimiento
- Lava los espárragos, rompe los extremos leñosos, córtalos por la mitad y colócalos en una vaporera con las espinacas. Añade agua hasta el nivel 2 del depósito y llévalo a ebullición.
- Una vez cocidas, mezcla bien las verduras con los demás ingredientes.
- Si la sopa queda demasiado espesa, dilúyala con el agua en la que se cocieron los espárragos y las espinacas.
Pasta con ajo de oso
El ajo de oso, como los espárragos, crece muy poco tiempo, pero gracias a la congelación podrás disfrutar de sus efectos curativos durante todo el año. Después de un largo invierno, apreciarás especialmente su capacidad para combatir las afecciones de las vías respiratorias superiores y los malestares estomacales. Además, el ajo de oso reduce la tensión arterial, tiene efectos antiinflamatorios, una gran capacidad desintoxicante y también alivia los dolores de cabeza.
Ingredientes
- un montón de hojas de ajo de oso
- 250 g de pasta
- una pizca de mantequilla
- 100 ml de nata para cocinar
- 1 cucharada de aceite de oliva
- parmesano rallado
- sal y pimienta negra al gusto
Procedimiento
- Pica finamente el ajo de oso y procésalo en una sartén con aceite de oliva.
- Cuando el ajo esté reducido, agrega sal y pimienta al gusto, un poco de mantequilla, la crema de leche y cocina por unos minutos más hasta que los sabores estén perfectamente combinados.
- Mezcla en una sartén u olla grande esta mezcla con la pasta cocida y espolvorea generosamente queso parmesano en el plato.
Ensalada primaveral de colores con aliño dulce
¿Buscas algo refrescante pero saciante y sano al mismo tiempo después de una comida copiosa? Una ensalada para toda la familia, que esconde muchas verduras de primavera, es justo lo que necesitas. Los rábanos desempeñan un papel fundamental en ella, por su alto contenido en vitamina C, fibra y ácido fólico, y no faltan las cebolletas, que siempre son el primer presagio de la primavera después del invierno.
Ingredientes
- 4 cebolletas
- 2 manojos de rábanos
- 1 calabacín pequeño
- garbanzos en conserva
- quinoa
- 4 huevos
- yogur blanco
- sal y pimienta negra
- perejil
- miel
- aceite de oliva
Procedimiento
- Enjuaga y pica la cebolla y el rábano.
- Enjuaga el calabacín, córtalo en rodajas, salpimiéntalo y fríelo ligeramente en una sartén de asar.
- Cuece la quinoa siguiendo las instrucciones del envase y cuece los huevos (si los prefieres blandos, puedes cocerlos igualmente, luego se mezclarán con el aliño en la ensalada).
- Mezcla en un bol el aliño: el yogur, la miel, el perejil picado, la sal y la pimienta.
- Mezcla todos los ingredientes (excepto el aliño y los huevos), sirve en un plato o en un bol, adorna con un huevo, rocía con el aliño y sirve.
- Se puede añadir cualquier otro ingrediente (la ensalada sabe muy bien con aguacate, espárragos o nueces), pero también pechuga de pollo a la plancha, filete de atún o salmón, o tofu.
Crepes de remolacha sin gluten
Puede que la remolacha no sea un cultivo típico de primavera, pero forma parte habitual de muchos menús durante el periodo de Pascua. Cocida, conservada en escabeche o asada, contiene muchas vitaminas B, C y E, así como potasio, hierro, magnesio, yodo, zinc y manganeso. ¿Nunca has pensado en utilizar esta variedad de remolacha para algo dulce? Nadie dirá que no a unas crepes rosas, así que anímate.
Ingredientes
- 3 unidades de remolacha
- 1 taza de leche de almendras
- 1 huevo
- ½ cucharadita de vainilla
- 2 cucharadas de sirope de ágave
- 1 taza de harina de almendra
- 1 cucharada de levadura en polvo
- ¼ cucharadita de sal
Procedimiento
- Pela la remolacha, córtala en dados, colócala en una vaporera, añade agua hasta el nivel 3 del depósito y cuécela.
- En un bol, mezcla la harina, la levadura en polvo y la sal y bate junto con la remolacha cocida.
- En otro bol, bate la leche, el huevo, la vainilla y el sirope de ágave y añade los ingredientes así mezclados a la mezcla de remolacha.
- Deja reposar la mezcla de crepes durante unos minutos y, por último, cocínalas en la plancha durante unos 3 minutos por cada lado, o hasta que estén bien hechas.
- Sírvelas con fruta fresca, nata montada y chocolate.
Crujiente crumble de ruibarbo
Puede que te sorprenda, pero el ruibarbo es una verdura a pesar de su uso en repostería. Mezcla sabores dulces y ácidos, por lo que es la combinación perfecta para hacer un crumble crujiente. Esta verdura originaria de Asia es una gran fuente de vitaminas A, B3, B5, B9, C y K y también es rica en calcio, potasio, magnesio, hierro, sodio y manganeso. Sin embargo, no hay que abusar: el ruibarbo contiene mucho ácido oxálico, que impide la absorción del calcio cuando la acidez estomacal es deficiente.
Ingredientes
- ruibarbo
- 150 g de harina integral
- 150 g de copos de avena
- 200 g de mantequilla
- 200 g de azúcar de caña
- pizca de sal
- 2 cucharaditas de canela
Procedimiento
- Precalienta el horno a 180°C, forra una bandeja de horno o un molde con papel de hornear o engrásalo con mantequilla.
- Mezcla la mantequilla reblandecida con la harina integral, la mezcla de avena, la mitad del azúcar, una pizca de sal y canela.
- Enjuaga el ruibarbo, trocéalo y mézclalo con los 100 g de azúcar restantes. Añádelo a la masa y viértelo en la bandeja del horno.
- Hornea el crumble durante unos 30-35 minutos a 180°C.
- Sírvelo con una bola de helado de vainilla.
- Puedes añadir cualquier fruta al crumble para suavizar el sabor ácido del ruibarbo. Recomendamos las fresas o las frambuesas.
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