Ah, ese sueño. Puede ser tan dulce, pero al mismo tiempo puede atormentar a niños y padres por igual. A veces, un bebé simplemente no puede o no quiere dormirse, desesperando así a sus padres. Muchos de ellos se preguntan si existe una forma universal de acostar al bebé sin demasiados problemas. Los expertos de Beaba han arrojado algo de luz al respecto y te traen algunos consejos útiles.
El sueño infantil es un territorio inexplorado y para muchos padres está lleno de misterios. Unas veces el niño se duerme sin problemas, otras no pega ojo. Conseguir que los niños duerman requiere paciencia y constancia que la mayoría de las veces es el problema. Los consejos y trucos de los expertos de Beaba traerán noches tranquilas y sin sobresaltos a toda la familia.
Todo empieza con los hábitos
A los niños les gustan las rutinas. Saben qué esperar y cuándo, y la hora de dormir no es diferente. Ya los primeros pasos de una rutina aprendida indican al bebé que es hora de acomodarse en la cuna y prepararse para dormir. Según los expertos de Beaba, la rutina a la hora de dormir debería ser más o menos así:
- Un baño relajante y caliente ayudará al bebé a sintonizar con la onda de sueño adecuada. Le calmará, le hará sentirse agradablemente cansado y poco a poco aprenderá que después del baño es hora de dormir.
- Leer un cuento antes de dormir es otra forma estupenda de tranquilizar al bebé. Al mismo tiempo, pasaréis tiempo juntos y reforzaréis el vínculo entre padres e hijos. También puedes leer cuentos a los niños cuando aún no entienden el argumento del libro. Tu voz les tranquilizará y eso es exactamente lo que se consigue leyendo antes de dormir.
- Cantar canciones de cuna también tiene un efecto calmante y relajante. Hoy en día existen en el mercado multitud de niñeras electrónicas que pueden encargarse de este paso por ti, pero de vez en cuando, cántale también a tus hijos. La música suave de fondo también ayuda.
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Entorno que favorece el sueño
Hay niños que pueden dormirse incluso en una obra. Esto es una gran ventaja para ellos (y para sus padres), pero aun así todos los padres deben crear un entorno ideal para el sueño de sus hijos. La habitación de un bebé debe ser silenciosa, oscura y tener una temperatura agradable, idealmente entre 18 y 20 °C. Una habitación demasiado caliente puede hacer que el bebé no se duerma y que su cuerpo se sobrecaliente innecesariamente. Si no tienes un termómetro de habitación, también puedes recurrir a las niñeras electrónicas con termómetro incorporado.
Tan importante como la temperatura de la habitación es la luz, o la falta de ella. Utiliza cortinas opacas y persianas para oscurecer la habitación, sobre todo durante las horas de sueño, para bloquear la luz exterior. La oscuridad así creada indicará al cerebro que es de noche y que es necesario dormir. Se duerme mucho mejor cuando es de noche y no te despiertan los inclementes rayos del sol por la mañana.
El ruido blanco también contribuye significativamente a un sueño sano y sin interrupciones. Enmascara el ruido exterior y, para sorpresa de muchos padres, ayuda a los niños a caer más rápidamente en el país de los sueños. Este sonido monótono y discreto también favorece un sueño más profundo en los niños. Al parecer, esto se debe a que estos sonidos, que conocemos como ruido blanco, les recuerdan al sonido en el vientre materno. Es un poco como ponerse una concha marina en la oreja. Pon a los bebés el sonido del mar o el de una aspiradora y observa lo rápido que se duermen.
Confía en la niñera electrónica
Los vigilabebés, o niñeras electrónicos, son ideales para vigilar a tu bebé mientras duerme si no estás en la misma habitación que él. Los vigilabebés Beaba están equipados con tecnologías avanzadas que facilitan la vigilancia del bebé a distancia. Los padres apreciarán sin duda estas comodidades:
- Vigilancia por audio y vídeo que permite controlar visualmente al bebé sin necesidad de entrar en la habitación y despertarlo. Puedes ver si el bebé sigue dormido o ya está despierto y oírlo al mismo tiempo.
- Las alertas de movimiento y sonido te avisan al instante de cualquier movimiento o sonido del bebé. Sabrás enseguida si el bebé llora o se mueve, y podrás reaccionar de inmediato ante la situación.
- La función walkie-talkie permitirá a los padres hablar con el bebé a distancia. Incluso cuando no estés en la habitación, tu voz podrá calmarle.
Las niñeras electrónicas más potentes de Beaba también están equipadas con visión nocturna por infrarrojos y tienen alta resolución. En nuestra tienda encontrarás una niñera con cámara panorámica y emisión de ruido blanco o función nana. Con una niñera electrónica, el bebé se relajará de verdad mientras duerme porque sabrá que está seguro y cualquier cambio que se produzca durante el sueño se te comunicará inmediatamente a través de la niñera electrónica.
No te olvides del sueño diurno regular
No solo el sueño nocturno, sino también el diurno son cruciales para el desarrollo saludable de los niños. Un bebé que duerme bien durante el día y está descansado se dormirá más rápido por la noche. Al igual que antes del sueño nocturno, asegúrate de seguir una higiene del sueño y una rutina previa a las siestas diurnas.
La duración del sueño diurno también es importante. La duración y la frecuencia de estas siestas diurnas varían en función de la edad del niño. Para los niños menores de seis meses, una regla sencilla es que el primer sueño diurno se produce unas dos horas después de despertarse, y el segundo sueño diurno (el del mediodía) se produce 2-3 horas después de despertarse de la siesta matinal. Cuanto más crecen los niños, más cortas se hacen las siestas y, más tarde, ya no necesitarán la siesta de la mañana y se conformarán con la del mediodía.
Observa los signos de somnolencia
Todos los niños muestran signos de somnolencia, pero éstos pueden ser muy individuales. Aprende a reconocerlos y reacciona a tiempo. Los bebés cansados se frotan habitualmente los ojos, se tiran de las orejas, bostezan con frecuencia, están irritables y pueden mostrarse demasiado activos si se les pasa la hora de acostarse. Reaccionar con rapidez a las señales de somnolencia puede ayudar a decir adiós a los problemas para conciliar el sueño.
Evita los estímulos
Hablamos de la sobreestimulación, que puede dificultar que tu hijo se duerma. Al menos una hora antes de acostarse, limita a los niños las actividades que les produzcan excitación. Esto incluye juegos que estimulen los sentidos y, para los niños mayores, ver la televisión o mirar el móvil. Al menos una hora antes de acostarse, empieza a practicar una rutina para dormir y asegúrate de acostar al bebé con calma.
Fuente:
- Le Sommeil des Enfants : Conseils et Astuces Béaba. Online. In: Béaba. Disponible en: https://www.beaba.com/fr-fr/conseils-et-astuces/le-sommeil-des-enfants.html.